martes, 4 de diciembre de 2012

Monopoly...o


En un sótano oscuro, cuya única luz bañaba cenital la superficie de una mesa de madera gastada, estaban sentadas delante de un tablero cuatro personas que participaban en un juego:

El jugador número uno tiró los dados, con tal mala suerte que terminó en la casilla de la compañía eléctrica:

-Son 50- dijo una voz
-Pero un momento- protestó el jugador 1 -Aquí pone 25-
-Ya, eso era antes de la subida del IVA y de la regularización de las tarifas de mercado-

Número 1 pagó su deuda y le pasó los dados al jugador número 2, que los lanzó con fuerza al tablero:

-¡Ocho!…cinco, seis, siete y ocho…bueno, una casa de mi propiedad-
-En realidad- dijo la voz -esa casa le pertenece al banco, y el banco a su vez me pertenece a mi, o sea que me tienes que pagar la hipoteca correspondiente: 500
-Pero según las reglas del juego, no tengo que pagar nada si caigo en mis propiedades-
-Las reglas del juego han cambiado: todas las propiedades pertenecen a la banca hasta que no se haya devuelto el coste de la propiedad, más los intereses. Y como la banca soy yo, esa casa me pertenece y me tienes que pagar-

El jugador número dos pagó hasta el último céntimo. La voz cogió los dados y los lanzó contra el tablero… 10. Movió su ficha que fue a parar directamente a la cárcel.

-Pierdes dos turnos y tienes que pagar una fianza de 1000- exclamó el jugador número uno.
-Veo que no estáis al tanto de las últimas modificaciones del reglamento- replicó tranquila la voz -Como soy la banca, estoy exento de pagar fianza para salir de la cárcel y no tengo porqué perder ningún turno. Lo único que ocurre es que me mandan directamente a la casilla de salida-

El jugador uno y el jugador dos se miraban desconcertados. Mientras tanto el jugador número tres cogió los dados y se los pasó directamente al jugador número 1.

-¿Y tú no vas a tirar?- le preguntó
-No, yo no juego esta partida… vosotros me habéis elegido al principio como árbitro para que mantenga el cumplimiento de las reglas del juego… no puedo jugar siendo el árbitro.

El jugador uno tomó los dados y los lanzó con desgana… 3… uno, dos y… ¡¡¡bien!!! Había caído en la casilla del premio… el bote acumulado era de 30.000

-Qué suerte, me viene estupendamente para tapar algunos agujeros-

La voz, como titular de la banca, hizo entrega del premio que repartió de la siguiente forma: le dio 15.000 al jugador y los otros 15.000 los depositó en el banco.

-¿Pero porqué me quitas la mitad de mi premio si ese dinero lo hemos puesto los jugadores?-
-Se te olvida que la banca somos todos y que aunque ese dinero lo hayáis puesto vosotros, según las reglas, todo ganador del bote debe tributar el 50% de la cantidad percibida en beneficio de la banca, porque de la banca sale todo el dinero de los jugadores… si no, no se podría mantener el juego-

Resignado, el jugador 1 le dio la cantidad acordada a la voz y el juego continuó. Los dados chocaron contra el tablero y al finalizar su danza marcaban un seis. El jugador 2 movió su ficha.

-Has caído en mi propiedad- repuso la voz con tono grave -Justo en esa parcela tengo casas de lujo y hoteles de cinco estrellas, te va ha salir muy caro… son 50.000-

Los ojos vidriosos del jugador 2 iban de la casilla donde había caído al rostro del jugador 1 y el jugador 3 suplicando ayuda.

-Has vivido por encima de tus posibilidades y ahora te toca pagar el precio… te vamos a quitar todo lo que tienes para pagar esta deuda. A partir de ahora, todo pertenece al banco y puede hacer con ello lo que quiera-
-¡¡¡Pero y mi familia!!!-exclamó sollozando el jugador 2
-Haberlo pensado antes de jugar-

Dicho esto, la voz lanzó los dados para continuar la partida… 8, la casilla de la Tarjeta de la suerte. La voz cogió una carta y le dio la vuelta… ¡TRIBUTOS! Tiene que tributar el máximo posible por cada una de sus posesiones del tablero de juego.
En los ojos del jugador 1 renació una llama de esperanza al notar la duda en la voz… casi podía oler el miedo en su aliento… hasta que el jugador 3 intervino en el último instante:

-¡¡¡Amnistía fiscal!!!- gritó mientras su pecho subía y bajaba con fuerza… la fuerza que había aplicado a última hora para redactar la nueva regla que eximía de pagar los impuestos correspondientes a la voz.

-Según la nueva regla que acabo de redactar, los bancos y grandes fortunas están exentos de pagar en su totalidad los impuestos derivados de la tarjeta de TRIBUTOS. Queda a su libre elección realizar un aporte simbólico a las arcas del juego para el beneficio de los jugadores-

La estancia quedó en silencio… la duda y el miedo habían desaparecido remplazados por una determinación férrea, inquebrantable… muy lentamente los jugadores 1 y 2 se levantaron de la mesa, le dieron la espalda a los otros y se dirigieron a las escaleras.
La voz empezó a decir que no podían irse sin pagar y el jugador 3 que el sistema estaba cimentado en unas reglas que había que cumplir porque sino esto sería Sodoma y Gomorra.

Ajenos a todo lo que oían, Pablo y David subieron las escaleras peldaño a peldaño, soltando con cada paso el lastre que los ataba a ese sótano lúgubre. Al final de la escalera había una trampilla que no tenía picaporte… empezaron a ponerse nerviosos golpeando la madera hasta que esta se abrió desde fuera y una luz cegadora los deslumbró. Una figura recortada en contraluz los ayudó a salir del sótano y cuando sus ojos se acostumbraron a la luz pudieron ver una infinidad de personas que como ellos habían elegido dejar de jugar a su juego y elegir otra opción: cambiar, vivir.

viernes, 30 de noviembre de 2012

más arena en el desierto...


Es aterrador… la peor pesadilla de cualquier periodista o escritor… no saber nada acerca de lo que tienes que escribir.

Hoy ha muerto otra persona y no sabemos aún porqué… en realidad han muerto más, y sigo sin tener ni la más remota idea de cómo ni porqué... y eso me aterra.

Por un pasillo corren mucho más de 10.000 personas que luchan por salir de un recinto, encerradas. El resto de nosotros estamos fuera, y la gran mayoría observamos desde casa, a posteriori, las imágenes de cómo transcurre la tragedia, sin que nos roce siquiera… hasta que la tragedia arrolla y pasa por encima de unos padres que tumbados en su cama reciben el peso de más de 17.000 personas en su corazón.

Hablamos de una y de cada una de las cinco personas… de lo que hubiera sido su vida, de vivirla con todos los matices: hacer, sonreír, pensar, actuar, relacionarse… con la potencialidad infinita de su imaginación…
pero no…
ya no hay posibilidad para eso.

El terror sigue aquí dentro, lo noto porque continúo haciéndome las mismas preguntas… pero me doy cuenta de que prefiero que siga ahí, que me recuerde cada segundo si hace falta la razón por la que empecé a escribir… porque fácilmente se diluye el temor en lo cotidiano dejando abandonados a esos padres que día a día sufren en lo más hondo esa pérdida. No quiero abandonarlos, me niego y por eso quiero que alguien responda PORQUE? PARA QUE?

Creo que hay personas que conviven con este miedo día a día… los alimenta y les hace capaces de seguir una dirección; yo no soy así, pero hoy quería escribir algo sobre eso… sobre algo que no conozco…
no conozco cuántas entradas se vendieron…
no conozco cuántas personas asistieron…
no conozco cuántas salidas de emergencia había…
pero sobre todo, no conozco cuánto pesan 17.000 personas aplastándote mientras luchas en vano por tu vida.
Ese peso lo deberían soportar todos y cada uno de los responsables, asumir el miedo que provoca y luchar para que ese miedo no se vaya, hacerlo suyo, parte esencial de ellos… para que en un futuro tengan ese miedo a mano para poder usarlo en provecho de otras miles y miles de personas.

martes, 30 de octubre de 2012

volvió


Y volvió...pensando que ya nada era igual,
que la vida le había dado una segunda oportunidad
pero no...
tardó poco en acostumbrarse, y con la costumbre vino el tedio y el cansancio
de la lucha perdida muchos años atrás…
cuando sus ojos eran distintos, más tiernos y sinceros
con ganas de luchar, con ganas de ganar y de perder…

pero se acostumbró a la derrota y todo se convirtió en igual
y el precio de esa osadía fue quedar varado en la orilla
como un pecio en el océano de la infelicidad…

y el día a día machacó segundo a segundo sus sueños, sus esperanzas…
como la ola que sin descanso moldea la costa a su voluntad

hasta que una simple ráfaga de viento borró el rastro de su sonrisa,
como la marea borra la huella en el mar...
desfigurando el rostro de su alma,
puliendo las aristas,
eliminando los matices…
hasta que no queda nada más que lo que a simple vista ves…

una sonrisa tatuada sobre un rostro macilento…
y una rutina que cada ciclo se cobra tu esencia en especias…

no queda más que uno más.

arrugas


Cuando ya todo está dicho
qué te vas a contar
que con una mirada en un instante
no le puedas mostrar

y cuando las arrugas toman el relevo
y hablan por nosotros
en ese pequeño momento
se reconocen en el sosiego
que da
mirarse como en un viejo espejo

y mientras…

los días son testigos
de lo que incansables
una y otra vez
siempre hemos hecho

cuando ya…
todo está listo,
cada gesto, cada movimiento
viene precedido
de un mutuo consentimiento
y ya no a lugar a la dicha,
ni a los versos
salvo caricias y algunos besos

y es al final…
sobre todo, al final
cuando todo cobra sentido de nuevo
como lo hacía y lo hace
en cada momento

que comparto contigo

toda una vida…

toda, te quiero

sábado, 22 de septiembre de 2012

gracias sabina...


cuando has perdido todo lo que amas
y sólo el sol, sólo como la luna
que te despierta cada noche
mientras la madera en tu espalda cruje bajo el peso del alcohol
mientras de día, la risa de otros niños penetra la espesura de tu alma
y derriba al momento el castillo de arena donde te refugias
y vacío recibes la única luz que durante el día
intentará calentarte el corazón...

pero cuando amas todo lo que has perdido
la lucha de cada día para evitar el recuerdo
que tira de ti sin respiro
y al exhalar tu último aliento
con la fuerza que te da el olvido
levantas la cabeza y ves con un suspiro
que aun te queda por amar
que aun te queda qué perder.

domingo, 9 de septiembre de 2012

calendario

Agosto se muere... y con Julio, recuerdan la vida que Abril y Mayo les dio...
ver llorar a Septiembre y Octubre, asomados a la ventana del tiempo... añorando el que pasó...
melancolía que arrastra Diciembre de Noviembre y desemboca con la madurez de un río en el mar...
y llega el frío... de la mano agrietada y aterida de Enero...
mientras su joven amante, Febrero, flirtea con la esperanza de que Marzo remate con su paleta el renacer de todo lo nuevo que vendrá.
Pero me faltas tú... me falta tu Junio, y digo tu Junio porque te pertenece...
desde el momento en que decidiste venir... Junio, mi vida, no es nada sin ti.

jueves, 6 de septiembre de 2012

andar


Andar… sin mirar… sin mirar atrás o en la dirección que nos persiguen… a veces corremos y nos caemos con miedo a mirar al frente mientras pensamos que al levantarnos las heridas que una y otra vez se abren no cicatrizarán.

Andar cogidos de la mano, como si fuéramos niños que, al no tener que preocuparse del dónde, cuándo ni cómo… investigan con la mirada… devorándolo todo. Al contrario que ellos, hace tiempo que no abro los ojos cuando camino por las calles, que no miro por dónde voy… porque sé que todo está ahí, como cuando pasé la última vez… y así es como me lo pierdo todo.

Andar notando que hay muchas manos que tiran de nosotros, en distintas direcciones… que te sujetan y no te dejan escapar… que te dan un empujón y te hacen reaccionar cuando más lo necesitas… que te apartan dándote la espalda y otras que mientras empujan con la mano y una sonrisa en los labios, te ponen el pie detrás.

A veces te paras, con la tentación de no poder más… con la promesa del olvido y el descanso del que está parado, respirando y poco más… pero si una vez hubo un camino que andar… y al mirar el retrovisor de tu alma te das cuenta de que sí, de que lo hubo… no importa dónde, cuándo ni cómo, pero lo hubo… y ese camino ahora no existe porque la marcha atrás no funciona, tu embriagado escape está averiado, pero tu motor sigue intacto esperando una dirección de las infinitas posibles mientras a tu lado aparecen esas manos que una vez te ayudaron…y te empujan... hasta que vuelves a arrancar
y en ese momento la decisión es tuya, solamente tuya…
hacia dónde, cuándo, cómo y porqué andar.

martes, 28 de agosto de 2012

de camino al gimnasio...


Estábamos en el coche dirección al gimnasio, y como siempre que vamos por ese camino, en cuanto lo vio a lo lejos gritó emocionada: - El mar papá, el mar... al fondo -
Según ella, habíamos pasado ya el puente corto, el túnel largo, la rampa larga también, y llegado por fin arriba arriba de la colina que nos llevaría en su descenso hasta nuestro destino.
Efectivamente... desde ese punto privilegiado se alcanzaba a ver, cristalino, el mar.
-Sí, mi vida, es el mar-
Durante unos segundos lo tuvimos ahí para nosotros, al alcance de nuestras manos.
-Está hablando- dijo ella
Me giré un segundo y comprobé que efectivamente su rostro tenía esa expresión mezcla de atención, comprensión y concentración. En seguida volví mis sentidos a la carretera y le pregunté:
-¿Y qué te dice el mar?


Silencio.


Miré el espejo retrovisor y vi que tenía los ojos cerrados... pensé que se había dormido... y me imaginé su conversación... entre el mar y ella... entre dos años de juventud y los siglos que tras ese azul espejo nos observan:


-Me ha dicho que no te preocupes papá... que cuidará también de mi-
-Me ha dicho que está cansado, pero aún así continuará, y su fuerza nunca mermará-
-Me ha dicho gracias... por escucharme-
-Me ha dicho que cada ola de cada playa de cada mar, es como un hijo suyo... que nos lo entrega para que juguemos con él, para que aprendamos... que es importante saber entregar lo que más queremos para darnos cuenta de que tarde o temprano volverá... de una forma u otra-
-Me ha dicho que el viento es su voz, que nos susurra al oído a menudo... pero que tiene le sensación de que nadie le escucha-
-Me ha dicho que su esencia está escondida en lo más profundo de sus aguas, en un sitio donde conviven la tierra, el aire, el mar y el fuego... en un sitio donde no existe el tiempo ni el lugar, donde todo es porque nada tiene que dejar de ser-


Silencio.


La siguiente salida era la nuestra y mientras ponía el intermitente, como por arte de magia, ella reconoció el sitio y empezó a decir:
-¡¡¡Gimnasio no!!!
El resto del camino fue una protesta en toda regla: quejidos y lamentos sumados a gritos y sollozos dirigidos en parte a la figura del gimnasio y en parte a mí.

No quería quedarse y protestó... como si no fuera a verme nunca más... con ese llanto desconsolado que usan los niños para romperle la voluntad a sus padres... pero no había opción, se tuvo que quedar y yo me tuve que ir.

Fui por el mismo camino que había venido de vuelta a casa... era Agosto y el aire acondicionado del coche hacía lo que podía para cumplir con su deber... pero cuando vi el mar bajé la ventanilla e inspiré profundamente... aún a tanta distancia como me encontraba pude notar el aroma de la sal en mi nariz, en mi paladar... pude notar una ligera brisa fresca en mi cara... pero lo que no pude, por mucho que me esforcé y por mucho que lo intenté fue oír su voz.

miércoles, 22 de agosto de 2012

porque es importante escribir lo que sientes...

Me embarga la ira...
como una marea de petroleo
densa... pegajosa...
mata todo lo que encuentra a su paso,
le quita el color... del blanco al negro
y cuando parece que me ahoga
sale disparada por mi boca, a chorros
que impregnan todo lo que me rodea,
que manchan mi alma con su apestoso tacto
profundo e imborrable...

Tengo ganas de gritar, soltar la correa y correr
dejando atrás lo civilizado...
huir de mi para encontrarme en el espejo
y herirme, insultarme...
mirar a los que tengo a mi lado mientras me doy patadas en el suelo

miércoles, 18 de julio de 2012

el director y el ejecutivo


Mientras sentado miraba cómo la orquesta no cejaba en su empeño de mover incansable brazos y cuerdas… de mover incansable el aire através del metal… hacerlo vibrar... me fijé en el director, en cómo dirigía desde su tarima a cada uno de ellos.
Los hacía subir y luego.. caían acompasados con el movimiento de su brazo… primero la izquierda, luego la derecha… hasta que logró convertirlos en un todo indistinguible bajo la misma batuta. Y en ese momento llegó el increscendo… una progresión exponencial donde cada músico se vació, hasta alcanzar un éxtasis colectivo donde se confundía músicos, instrumentos y obra… y mientras tanto nadie se movía de su silla, atentos a cada golpe, a cada subida, a cada tensión hasta que de repente, sin previo aviso, todo paró.
El silencio destronó a la música. Todos nos quedamos mirando paralizados, estupefactos… presas de un hechizo que nosotros mismos habíamos creado… y el único que no se veía afectado era el director, que con un ademán de su mano hizo que apareciera el Ejecutor. Se abrazó al director y juntos nos observaron… y bajo su atenta mirada retomaron la obra… y lo hicieron a su imagen y semejanza, como dioses que desde el Olimpo gobernaran su rebaño disponiéndolo a su antojo sobre el tablero de la creación.
Y nosotros seguíamos como estatuas, testigos mudos de su actuación, a sabiendas de que ya no había ninguna obra que interpretar… pero nos daba igual, seguíamos allí sentados en nuestras butacas, sin mover un dedo mientras el brazo ejecutor del director decapitaba a los músicos a su antojo.
Las cabezas rodaban hasta chocar con nuestros pies, allí abajo, y seguíamos sin hacer nada, las apartábamos con el pié porque no queríamos recordatorios de nuestro engaño, no queríamos esos ojos clavados en nuestra conciencia mientras el ejecutor permanecía en escena.
Alguien vomitó, provocando arcadas de asco a su alrededor, pero nadie se levantó. La obra seguía, el espectáculo dantesco continuaba y nadie se movía…
La batuta poseída por el director marcaba una cadencia demoniaca mientras los pocos músicos que quedaban exhalaban su último aliento a los asustados instrumentos.
Hasta que no quedó ningún músico para tocar… sólo el silencio del público, cómplice… testigo mudo que por omisión, espera salir ileso de esta bacanal de destrucción mientras agacha la cabeza.
Y los jadeos del Ejecutor que, guadaña en mano, espera impasible atento a la mirada de su amo… y el director, que una vez terminada la función, se gira y mira a su público… les mira a los ojos y ve el miedo del que se alimenta… y los deja ir.
Despacio, uno a uno, las asistentes se van levantando de sus asientos… como el que despierta de un sueño… y abandonan la sala.
Solos, el ejecutor y el director empiezan a crear una nueva obra, escriben las melodías de cada instrumento mientras piensan qué músicos podrán interpretarlas mejor. Re-escriben las sinfonías de nuestras vidas mientras nosotros, fuera del acto de la creación, esperamos a ver qué precio habrá que pagar para asistir al siguiente acto.

viernes, 13 de julio de 2012

Personaje


Mi protagonista se moría… no podía hacer nada.

Desesperado, intenté relacionarlo… intenté darle profundidad, un alma propia para que pudiera desarrollarse sobre el papel y fluyera como un río, para que llegara al mar y se mezclara con las aguas de otros miles como él… pero no, estaba estancado y el agua se empezaba a pudrir.

Sufría una lenta agonía, como el que va perdiendo poco a poco a un ser querido, y no puede hacer nada para remediarlo.  Te devanas los sesos, le das vueltas a la cabeza, pasas noches en vela… y todo porque tu creación se muere.

Y en ese momento decides optar por la única opción posible… aun a sabiendas de que no funcionará, de que ese es el clavo que más arde de todos… pero la desesperación nubla tu mente como una pátina de grasa que lo vuelve todo borroso.

Y te entregas…

le das tu alma…

Y se empieza a recuperar… tu protagonista se levanta mientras tú, tumbado, observas cómo empieza a caminar, cómo empieza a vivir… y sonríes, mientras tu consciencia te abandona… entonces se gira y te mira a los ojos… ¿alguna vez habéis intentado describir lo que hay detrás de una mirada? Había fuego, pasión… había ternura y comprensión… había un mar azul de estrellas en esa constelación y la promesa de un niño que empieza a elegir.

Se aleja, y me doy cuenta de que se lo ha llevado todo, el precio ha sido alto pero la recompensa está ahí, viva, para que la lean los demás, para que lloren con él, se rían con él, se enamoren con él, triunfen con él o caigan en desgracia con él…

Se lo he dado todo, y ahora toca descansar mientras mi hijo corretea libre por las páginas… me toca descansar…
Me duermo, profundamente, plácidamente, sin darme cuenta… y sueño un millón de sueños mientras espero dormido que despierte de este sueño para volver a crear un personaje nuevo, una vida nueva.

miércoles, 11 de julio de 2012

no se cómo llamarte


Hace ya algún tiempo que no escribo… y no es fácil sentirse así, como vacío…

Es curioso: los recuerdos, tus vivencias, tu imaginación… te llenan mientras los vuelcas en la pantalla del ordenador, estás vivo y viviendo a la vez, en un sentido muy literal.
Ahora llevo un tiempo en el que el peso de la página en blanco me hunde en la silla, y el parpadeo del cursor me da dolor de cabeza. Y no es que no quiera, es que no me sale. Y digo que no me sale porque creo que todos tenemos algo que contar; lo difícil no es sólo la manera de hacerlo, de desahogarte, sino a veces la manera en que crees que la otra persona recibe el desahogo.
A veces, cuando estoy escribiendo, le doy vueltas a una frase con la intención de aclarar o de descartar posibles malentendidos, afilar tal significado hasta el punto de llegar a romperlo y que pierda su sentido… y todo para satisfacer al posible lector… ¿y quién, de entre todos los posibles lectores es, sin duda, el primero? El ego, el crítico incansable de uno mismo.
Sí, si escribes algo es para que la gente lo lea, al igual que si pintas, haces música, escultura… todo necesita de un tercero para cobrar sentido final. Pero por delante de todos ellos está el ego del creador, que lo acompaña durante el proceso creativo. De hecho, es una parte esencial del proceso: como la mochila que cargas a tu espalda durante un viaje; a veces resulta pesada y te molesta, pero cuando paras, buscas en su interior para reponer fuerzas y seguir adelante.
Puede que confunda el ego con la inspiración; en mi caso, la inspiración toma el control en un primer momento y lleva el avión por los aires dando tumbos y piruetas, sin rumbo fijo. Pero finalmente es el ego el que toma los mandos, el piloto encargado de hacer aterrizar el avión. Es esa lectura más pausada que realizas una vez que tienes todas las piezas del rompe cabezas, ordenándolas para que cobren sentido.

Así que aquí estoy: parado en medio del camino, en mi silla de escritorio, con la mochila a mis pies, rebuscando dentro de mí algo que satisfaga mi ego y no morirme de sed a las primeras de cambio en este desierto donde me hallo.

viernes, 25 de mayo de 2012

vosotras...


A veces me imagino que no estáis,

y un agujero cada vez más grande, se abre dentro de mi…

y en ese hueco también está el recuerdo… de cuando estaba sólo...

de una época en la que estar conmigo mismo estaba bien…

siempre que fuera un rato…


pero como el ahora impera y el ahora es lo que somos...

si imagino que no estáis y vuelvo a pensar en mí, me veo sólo...

sin la risa que 100 veces al día ahoga mi rutina,

con los brazos rotos de dolor por no poder abrazaros,

sin la persecución de vuestra mirada… 

sólo en el sentido más doloroso de la palabra…

que entiende tan bien el que lo ha estado…
y que seguro sufrirá el que lo estará…

Pero cierro los ojos con fuerza y al volver a abrirlos se me inunda el cuerpo con los sentidos… os veo, os puedo tocar, puedo imaginar una cosa y hacerla al instante, hacer que os riáis…

Y así pasan los días, como decía aquella canción,
y nosotros dejamos de lado la desesperación, para cambiarla por un certero, simple y rutinario hola, que al tomarlo cada día combinado con un poco de sinceridad, dos hielos de paciencia y un toque de humor, hace que el paso de los días tenga sentido y no perdamos el tiempo, porque siempre que me preguntes que cuando, como y donde, yo siempre te responderé: nosotros, como sea y donde sea.

miércoles, 18 de abril de 2012

tocando...




...se puede tocar con las manos... te pueden tocar el corazón

se puede tocar con la boca... hacer que te vibre el alma,
que rebose por tu cuerpo la alegría, la tristeza, la rabia, el dolor...
moverte de un lado a otro sin remedio, sin pedir perdón...
al compás de la locura que marca la risa, el llanto, el grito... la emoción

y cuando todo vuelve a ti, a través de sus ojos y su acción
dejas de sentir tus manos, dejas de sentir su peso...
dejas incluso de respirar mientras tu corazón ruge incansable...
en un momento eterno...
de comunión contigo mismo...
con lo que te rodea...

es el directo de la vida que te hace sentir vivo...
el escenario donde te interpretas a ti mismo...
el compás que desde que naciste, ha marcado tu sino.

viernes, 9 de marzo de 2012

DESCAMPADO


Todo comenzó como en un sueño…

…era noche cerrada, de madrugada; ella vestía un traje de noche color plata con un corte que dejaba al descubierto unas piernas que no terminaban nunca; yo iba al volante de mi coche, sabiendo que ella me seguía el juego, seguro de mí mismo y con la certeza de que esa noche sería inolvidable.

Llegamos a ninguna parte, nos bajamos del coche y mientras nos perdíamos en la oscuridad yo seguía su mirada como hechizado, su mezcla de inocencia y sensualidad…parecía que el mundo se había parado y sólo las estrellas nos observaban desde el cielo como testigos mudos de nuestro juego.

Y el sueño terminó como una pesadilla…

…tenía frío… y de vuelta para recoger su abrigo, el hechizo se rompió y me di cuenta de que todo había cambiado; no había coches… no había estrellas… no había nada más excepto un descampado y unos edificios semi-derruidos al fondo…

… y de repente pensé en ella… está sola, perdida en esos edificios, esperándome… y poco a poco, como la arena dentro de un reloj, el pánico se apodera de mí.

Haciendo un esfuerzo de voluntad, empiezo a mover mis pies; de una sombra a lo lejos surge una figura… se dirige hacia mi; no me atrevo a mirar… acelero el paso pero la figura sigue acercándose…

-¡No hables con nadie!- me repito a mí mismo -sigue andando sin pararte-

Está muy cerca…ya puedo distinguir su cara demacrada, puedo oler su sudor rancio, puedo sentir su nerviosismo al compás de los latidos frenéticos de mi corazón… se para ante mi y me pregunta si tengo un cigarro. Mi cabeza no reacciona y mis manos me delatan… y cuando le voy a contestar que no fumo, un cigarrillo aparece de la nada como si se me hubiera caído. Sin apartar su negra mirada de mi se agacha a recogerlo… en ese momento, reanudo mi camino esperando que no me siga…

…no mires atrás, no mires atrás, no mires atrás… es lo único que me repite mi cabeza sin parar, mientras las gotas de sudor me resbalan por la cara distorsionada por el miedo… y continúo…

Me adentro en esas calles desoladas, oscuras, intentando recordar dónde estábamos, dónde la dejé… me cuesta mucho pensar, todo es real e irreal a la vez, las formas no se definen y nada tiene color, parece que la oscuridad se lo ha tragado todo y lo ha devuelto al mundo sin vida, apagado…

… al girar una calle me encuentro una cuesta que sube hasta un edificio, miro alrededor… las calles, ventanas, callejones, esquinas, escaleras y aceras siguen vacíos… entonces caigo en la cuenta de que ese edificio es el más alto de todos… subo la cuesta y siento un millar de ojos clavados en mí que pesan como piedras, que ralentizan mi paso…

… llego a la entrada, una pequeña puerta, como una puerta trasera en mitad de la fachada del edificio… la única entrada, sin ventanas, sin terrazas… nada, excepto los ladrillos apilados unos sobre otros…

… me paro en el umbral golpeado por una imagen que atraviesa mi cerebro como una flecha… sí, era aquí… justo detrás de este edificio… estábamos sentados, riéndonos… cuando me dijo que tenía frío…

… abro la puerta y entro… dentro de un túnel… la sensación de claustrofobia es indescriptible. Al darme la vuelta sólo veo oscuridad. Empiezo a oír unos pasos y en ese momento, lo poco que queda de mí me abandona y sale corriendo… sólo queda el miedo.

La búsqueda se convierte en persecución… no me pueden encontrar, tengo que salir de aquí… sobrevivir. Subo, bajo… me retuerzo, me arrastro, me araño… y justo antes de rendirme a la locura veo una luz al final del túnel… me olvido de todo y centro mi desesperación en llegar hasta allí…

… es de día, estoy en la parte trasera del edificio, en una ventana… ya ni me acuerdo de la chica, no se qué hago aquí… intento pensar en cómo bajar, cuando giro la cabeza y me encuentro cara a cara con mi perseguidor… a centímetros de mí… horrorizado, ahogo un grito en mi garganta… no me quedan fuerzas para correr… me quedo quieto sin poder apartar la mirada hasta que me doy cuenta de que tiene los ojos cerrados, pero la respiración agitada de un toro… es como si se hubiera quedado dormido mientras escalaba, aferrado con las uñas a la pared, y pudiera despertar en cualquier instante para reanudar su persecución…

… en ese momento, un gélido pensamiento derrite el miedo y me doy cuenta que sólo hace falta un empujón para arrojarlo al vacío. Para matar a la bestia… pero no puede hacer ruido, podría despertar al resto del edificio y nunca saldría vivo. Tiene que ser rápido… sin vacilar… una sola patada… y me libero de esta pesadilla… tiene que morir, lo tengo que matar… lo tengo que matar…

… estiro la pierna… apoyo las manos temblorosas en la pared… y empujo!!!


¡¡¡pero no cae!!! la bestia abre los ojos y me mira con la cara empapada en odio!!! le doy más patadas… manotazos… frenético… sin parar… mientras noto su aliento en mi cara…

… y de repente todo termina, la bestia ya no está… me asomo por la ventana y veo al hombre del cigarro tendido en la acera… inmóvil…

Rezo porque nadie haya oído la pelea mientras me deslizo por unas escaleras hasta el suelo… paso a su lado y permanece inmóvil, con los ojos cerrados. Todo está inmóvil.

Camino por las calles vacías y sin embargo, a cada paso, la sensación de ser observado se va incrementando. Siento su mirada en mi espalda, en mi cara, en mis piernas… dejo los edificios atrás y empiezo a correr por el descampado, pero no puedo quitarme el nudo que tengo dentro de mí… me sigue apretando, me sigue asfixiando…

y cuando subo al coche me despierto en el asiento del piloto, empapado en sudor, mareado, con nauseas y un sabor extraño en la boca… las llaves están puestas… miro alrededor y el descampado está vacío… arranco y dejo mi pesadilla atrás.

FIN

miércoles, 7 de marzo de 2012

CUENTO FUTURISTA


En un futuro…

Una placa donde podemos leer: SUBSIDIOS. Una fila de personas espera para ser atendida

¡Siguiente!

El hombre se acerca al mostrador y dice:

Sí, buenas… ¿para pedir la ayuda del suicidio?

Suicidios y desahucios la fila de al lado. ¡Siguiente!

Gracias.

Nuestro hombre se dirige al mostrador contiguo coronado por una placa donde figura: SUICIDIOS.

Buenas… ¿para pedir la ayuda del suicidio?

Sí, es aquí.

Pues por favor, quería pedir…

Antes de nada le aviso que la subvención para el suicidio se recortó hace una semana, o sea que si quiere suicidarse deberá hacerlo por su cuenta sin contar con la ayuda del estado…

Pero… es que no tengo otra manera de suicidarme y el banco ya me ha dicho que después de quitarme los ahorros, la casa, la familia y el coche, sólo quedo yo para pagarles…

Bueno, usted verá cómo lo hace, aquí no podemos ayudarle… ¡siguiente!

El hombre se encamina hacia la salida, cuando se encuentra con un viejo amigo del trabajo.

¡Hombre!

Hola…

¿Qué haces por aquí?

Vengo por lo del suicidio… ¿y tú?

Yo vengo a que me sellen la cartilla del paro, creo que aún me quedan unos meses para seguir trabajando…

Qué suerte…

Sí… sin seguridad social, me pago yo mi seguro privado; puedo dejar el trabajo sin indemnización cuando el empresario quiera y con mi turno partido de 12 horas hago lo que antes hacíamos nosotros dos juntos… así que ¡no me puedo quejar!

Pues a mi acaban de decirme que se han terminado las ayudas para el suicidio…

¡No me digas! Había un montón de gente pendiente de un hilo con esa ayuda…

No se qué voy a hacer… el suicidio colectivo está prohibido desde la gran crisis del 2012, y evidentemente no voy a dejar a mi familia sin la ayuda que supondría que me suicidara por el bienestar común de la ciudadanía…

Te entiendo… ¡¡¡para el bienestar de unos pocos hace falta el malestar de la mayoría!!!

Bueno, que te vaya bien en mi trabajo… y en el tuyo también.


De camino a la que era su casa, ahora propiedad del banco, nuestro hombre se cruza con un joven que corre a toda prisa por la calle:

Perdona, ¿dónde vas corriendo de esa manera?

¿No se ha enterado? ¡¡¡El gobierno ha sacado nuevas plazas para alfabetizar a los jóvenes desempleados!!! Son sólo 10 plazas y hay mucha demanda, sobre todo desde que se eliminó la educación gratuita.

¿Y dices que son para jóvenes desempleados?

Sí… ¿cuántos años tiene?

25

Mala suerte señor, usted ya no es joven; sólo se pueden presentar menores de 20 años.

Bueno…adiós.

Cabizbajo, nuestro hombre reflexiona acerca de su situación:

Podría ir al banco para pedirles permiso para viajar al extranjero… si me lo concedieran, con suerte podría estar unos años sin ver a mi familia, en un país donde no hablan mi idioma, trabajando todo el día… ¡sería increíble! ¡volver a trabajar! Volver a sentirme útil, explotado, como antes de caer en ¡¡¡desgraciaaaaaaaaa!!!

Sin quererlo, nuestro protagonista ha sido víctima de lo que se denomina comúnmente como EL CUENTO DE LA LECHERA. O lo que viene a ser lo mismo, mientras divagaba, ha caído en una fosa de un edificio en construcción que por motivos de recortes presupuestarios no tenía colocadas las vallas de seguridad. De esta manera podemos deducir que por mucho que le demos vueltas a nuestra situación, lo mejor es tener los pies en la tierra y mirar hacia delante, porque si no, te puedes caer.

FIN.

viernes, 2 de marzo de 2012

otra visita...


Otra visita más, y con esta ya van muchas. Como muchas son las veces que nos despedimos.
No son despedidas amargas porque sabemos que en breve nos volveremos a ver.
Pero no hablemos de las despedidas... ahora no.
Hablemos de cuando estáis aquí... de lo bueno que es volver a sentirse hijo por un rato aunque hace casi dos años que sea padre a tiempo completo. Es un lío porque yo grito 'papá' llamando al mío y cuando aparece, mi hija me mira extrañada y me recuerda que ese no es papá, que papá soy yo y el otro es el abuelo...

Es verdad que hay cosas que no cambian... como el olor: al abrir la puerta de la habitación de invitados he regresado como por arte de magia a los 15 años, cuando llegaba a casa del colegio y entraba en la habitación de mis padres... y siempre estaba ahí... ese sutil pero inconfundible aroma que impregnaba la habitación y que sería capaz de reconocer aun sin el resto de mis sentidos... una mezcla de perfume, colonia, aire fresco, maquillaje y serenidad...

Uno de los aspectos que más delata la presencia de mis padres en casa es la mesa del salón llena de revistas y periódicos: día tras día se van acumulando, con sus suplementos, los crucigramas, los sudokus... y es triste darse cuenta de lo vacía que se queda la mesa cuando ya no están...

Hay una cosa que no se si se lo he dicho alguna vez pero me gusta salir a tomar el aperitivo con mis padres, a tomar unas cervecitas y unos boquerones, a sentarnos al sol o detrás de una barra andaluza... de meternos en casas vascas en mitad de un barrio de palma y disfrutar de una estupenda comida y de una mejor sobremesa, con charla incluida porque es en las sobremesas donde mejor se charla, donde puedes llegar a conocer a las personas, donde puedes llegar a conocer a María José y José Ricardo antes de que fueran tus padres... puedes incluso ver cómo tu madre se pide y se casi termina un whisky con mucho hielo, y digo casi porque al final contó con la ayuda inestimable de su hijo por supuesto.

Bueno, pero también hemos tenido nuestros contratiempos, que no todo ha sido comer y beber... y es que entre los dichosos virus de la gripe y las visitas inesperadas a urgencias, ha habido días que nos hemos tenido que quedar guardando cama.

Y es que hay cosas que sí cambian... y como padre que aún tiene la suerte de disfrutar de los suyos, sólo pido una cosa: que sea por mucho tiempo, que estéis ahí como siempre lo habéis estado, cuando me ha hecho falta, cuando nos ha hecho falta... yo por mi parte sólo puedo deciros una cosa: gracias...



... y por si luego se me olvida... os quiero muchísimo papá y mamá.

jueves, 16 de febrero de 2012

política y humanidad


Normalmente por las mañanas, mientras voy a llevar a mi hija a la guardería, escucho en la radio la entrevista de turno a políticos o representantes sindicales. Esta mañana ha sido una excepción... o casi. Esta mañana, cuando he arrancado el coche he escuchado un voz que me resultaba familiar, tan familiar que enseguida me ha venido a la cabeza la cara de Toni Cantó, al que han presentado como diputado de UPyD por la circunscripción de Valencia y también como actor (faceta por la que es más conocido popularmente).
Por desgracia, no he podido escuchar toda la entrevista, pero el rato que sí he podido, me ha gustado la forma tan políticamente incorrecta en que ha contestado algunas preguntas.
Y no quiero meterme en si la política de unos es mejor que la de otros... no,no.
Esta mañana estaba disfrutando de escuchar a una persona que representa a un sector de la sociedad responder como un ciudadano más, sin coberturas, sin envoltorio... nada más que Toni Cantó hablando de cosas en las que puedo estar más o menos de acuerdo, pero que me llegaban directamente a mi.
Gracias, porque hacía mucho que no me pasaba esto con un político.

No se si en un futuro cambiaré de opinión: si la POLITICA fagocita todo lo que toca, acabará transformando también a esa parte de artista, de luchador y de ser humano que he escuchado esta mañana en una entrevista de radio.

miércoles, 15 de febrero de 2012

año de elecciones


Es año de elecciones en EEUU ergo Grecia se queda sin suministro de petróleo.
Y ahora viene la demostración de que a perro flaco todo son pulgas:
Irán enriquece supuestamente más Uranio del que toca.
Israel se mosquea y piensa en lanzar una ofensiva contra las centrales nucleares iraníes.
EEUU y Europa (siempre vamos por detrás) aumentan la presión sobre Irán sancionándolo por el supuesto enriquecimiento de Uranio. De esta forma intentan aliviar la de Israel… la presión, claro.
EEUU no importa nada del petróleo iraní, mientras que varios países de Europa (siempre a la cabeza en estas cosas) sí que importan dicho petróleo.
En concreto, Grecia es el país que más petróleo iraní importa de toda Europa. Debe ser porque Irán es uno de los pocos países que aun 'fía' su petróleo a Grecia, estando como está Grecia.
¿Y qué tiene que ver el Uranio enriquecido con las elecciones estadounidenses? Pues la verdad es que nada…nada en absoluto.

martes, 14 de febrero de 2012

crear en vez de destruir...


Pero vamos a ver si nos aclaramos porque no entiendo nada… se ha aprobado una reforma laboral por Decreto ley por parte del partido que gobierna en mayoría absoluta y que antes de que saliera elegido criticaba al anterior gobierno porque no creaban empleo… muy bien, hasta ahí me queda más o menos claro; donde ya empiezo a tambalearme es cuando escucho en diferentes medios de comunicación que con esta reforma el despido es más fácil y que otorga más poder de decisión de forma unilateral al empresario… ¿esto qué significa?

Aquí viene el lío: si el despido es más fácil y cada vez tenemos más parados…¿no choca directamente con la creación de empleo?… bueno, a lo mejor si facilitamos el despido podemos contratar a más gente, pero con peores condiciones… ¿pero porqué si un empresario quiere hacer un ERE lo arreglan todo para que pueda pagar el mínimo de días de indemnización por año trabajado? ¿y es lo mismo un empresario que tenga su pequeña empresa de 5 trabajadores que un empresario que tenga 500?

Hay que dar por sentada la buena fe de los empresarios; yo ahora voy a intentar hacer un ejercicio de empatía poniéndome en la piel de un empresario. Tengo mi empresa con 50 trabajadores, el pasado año los beneficios bajaron un 3% y la previsión para este es que vuelva a bajar otro tanto; hago números y si despido a 10 trabajadores puedo mantenerme. Y ahora yo como empresario les hago a ustedes una pregunta: ¿despedirían a esos 10 trabajadores? Es fácil, porque las condiciones para el despido son buenas para mí como empresario.

Ummm, esto se pone feo realmente, porque el problema que subyace en todo esto es que no se está generando empleo por ninguna parte y cada vez son más los parados en este país. Y esta es una dinámica destructiva que no lleva a ningún puerto, ni malo ni bueno… el barco se hunde, como se hunde Grecia.

Por favor, antes de que vayamos a peor, ¿cuándo empezarán nuestros políticos a pensar en cómo crear empleo, a proponer nuevas formas de trabajo en vez de fijarse tanto en lo que nos dicen que tenemos que hacer desde fuera?

Espero que nuestro barco… el de Grecia, el de Italia y el de tantos otros países que aún no han saltado a las portadas de las periódicos, pueda llegar a buen puerto y no se quede en la línea de salida como le pasó a cierto crucero de cierto capitán de cuyo nombre no me da la gana de acordarme.

miércoles, 8 de febrero de 2012

encontrando...


Si te voy a buscar...y en la búsqueda me pierdo
y perdido me encuentro con tus pasos al caminar.
Te sigo de cerca porque de cerca veo
que tus ojos, mi cielo, van a llorar.
Me refugio en la esperanza de tus brazos
que con mi deseo aprieto.
Y la tormenta se desvanece en tus labios
que como los míos recuerdo.
Como recuerdo el camino,
como recuerdo tus besos.

martes, 7 de febrero de 2012

olvida


Se nos olvida…
se nos olvidan los días de lluvia
y de frío… en casa…
se nos mueren los tiempos muertos
que nos permiten mirar y escuchar…
se nos olvidan los lunes…
y a veces los miércoles y jueves también
esperando un día que llegue… mientras los otros se van...
y con ellos el café… el recado… la visita… el amigo…

Cuando se nos olvida… hay alguien, o algo,
que te recuerda que el olvido no es más que el comienzo del recuerdo,
y que el recuerdo, si lo has vivido... es como un sueño.

viernes, 3 de febrero de 2012

En el parque

Y esto era una vez, una mañana en la que en un barrio cualquiera, de cualquier ciudad, iba a tener lugar uno de los acontecimientos más extraños de todos los ocurridos en los parques...
Bajé a la calle para dar una vuelta al perro y me asaltó la sensación en cuanto abrí la puerta del portal de que esa no era una mañana como las demás: era 22 de Octubre y el sol calentaba en el cielo limpio, sin nubes.
Solté al perro que salió corriendo y cuando me incorporé, una ráfaga de viento me silba al oído y... ¡comienza el juego!

Me giro por acto reflejo y me llevo un susto de muerte: un guardián con una coraza de espinas verdes me grita que me aparte, que no le dejo ver.
¡No puede ser! Doy un salto hacia un lado, tropiezo con una piedra que se queja insultándome y voy a parar a un grupo de brazos huesudos que me zarandean hasta dejarme sentado en una de las gradas de madera desde las que se podía ver...
¡Un partido! Un partido de fútbol con miles de jugadores, unos amarillos, otros verdes... unos que vuelan llevados por el viento y otros que se amontonan en una enorme pirámide...
Y en medio de todo ese alboroto, imponente y robusto, está el árbitro: -¡Oeeeeeee!- anima un sector del público... -¡Uhhhhhh!- le responde el otro.
El partido continua y los jugadores hacen sus desmarques hasta que... -¡Piiiiiii! Me levanto y grito: -¡Eso ha sido falta árbitro! ¡Penalti!-
En respuesta a mi queja, todo se queda inmóvil, en silencio...me giro y estoy sólo en el parque; vuelvo la vista otra vez y…

¡Cambio!
Un jugador de amarillo entra al terreno de juego en sustitución del lesionado.
Alguien tiene que tirar la falta... doy un paso adelante, entro en el terreno de juego y con una mirada a mis compañeros les doy a entender que yo asumiré la responsabilidad de lanzar la pena máxima. Respiro hondo, clavo la mirada en el portero rival, el cual me la devuelve sin pestañear... el estadio enmudecido, las respiraciones contenidas, todos los ojos mirándome... cojo carrerilla.... chuto y....¡Goooooooool!
Es el delirio... me lanzo al césped en plancha y mis compañeros se tiran encima mía... es el momento más feliz de mi vida.

Cuando estoy en el suelo disfrutando de la gloria, un lametón en la cara me deja ciego por unos instantes... -¡Quita Hook!
Se acabó, los jugadores de ambos equipos se retiran a los vestuarios.
De vuelta a casa paso al lado del guardián de verde y le guiño un ojo... se enfada pero es normal... era del otro equipo.

lunes, 30 de enero de 2012

andando...

Me gusta caminar... cuando no necesitas llegar a ningún lado,
sin prisas;
miras a la gente y es como ver una película donde nadie actúa,
eres capaz de ver sitios y lugares por donde ya pasaste, por primera vez...
estar andando me ayuda a pensar,
a olvidarme un poco de mi mismo y mirar hacia fuera

Cuando consigues perderte en tu ciudad,
eres capaz de encontrar personas que viven a tu alrededor
y sin querer puedes atisbar algo de lo que guardan en su interior...
y verte como en un espejo...
y recordar
cuando estabas sentado con tu amigo bebiendo una cerveza en la terraza de un bar
cuando esquivaste al niño que salió corriendo del portal de su casa
cuando una pareja se besaba esperando a que el semáforo se pusiera verde
cuando dos amigas, al salir del instituto, cuchicheaban entre ellas

Sigo paseando por las calles...
y me fijo en las fachadas de los edificios...
las terrazas, los mosaicos de colores...
las flores, la ropa tendida, la bici apoyada en la pared...
el solar abandonado y triste...
con coches aparcados en su antaño majestuosa entrada...
y todo cambia con cada giro, con cada cruce...

Veo todas esas cosas camino a casa y me alegro de ir andando,
me alegro de haberme cruzado con todas esas personas,
de percibir el latido de las calles, su esencia...
sin tener nada más que hacer que fijarme, ya que pasaba por allí.