sábado, 22 de septiembre de 2012

gracias sabina...


cuando has perdido todo lo que amas
y sólo el sol, sólo como la luna
que te despierta cada noche
mientras la madera en tu espalda cruje bajo el peso del alcohol
mientras de día, la risa de otros niños penetra la espesura de tu alma
y derriba al momento el castillo de arena donde te refugias
y vacío recibes la única luz que durante el día
intentará calentarte el corazón...

pero cuando amas todo lo que has perdido
la lucha de cada día para evitar el recuerdo
que tira de ti sin respiro
y al exhalar tu último aliento
con la fuerza que te da el olvido
levantas la cabeza y ves con un suspiro
que aun te queda por amar
que aun te queda qué perder.

domingo, 9 de septiembre de 2012

calendario

Agosto se muere... y con Julio, recuerdan la vida que Abril y Mayo les dio...
ver llorar a Septiembre y Octubre, asomados a la ventana del tiempo... añorando el que pasó...
melancolía que arrastra Diciembre de Noviembre y desemboca con la madurez de un río en el mar...
y llega el frío... de la mano agrietada y aterida de Enero...
mientras su joven amante, Febrero, flirtea con la esperanza de que Marzo remate con su paleta el renacer de todo lo nuevo que vendrá.
Pero me faltas tú... me falta tu Junio, y digo tu Junio porque te pertenece...
desde el momento en que decidiste venir... Junio, mi vida, no es nada sin ti.

jueves, 6 de septiembre de 2012

andar


Andar… sin mirar… sin mirar atrás o en la dirección que nos persiguen… a veces corremos y nos caemos con miedo a mirar al frente mientras pensamos que al levantarnos las heridas que una y otra vez se abren no cicatrizarán.

Andar cogidos de la mano, como si fuéramos niños que, al no tener que preocuparse del dónde, cuándo ni cómo… investigan con la mirada… devorándolo todo. Al contrario que ellos, hace tiempo que no abro los ojos cuando camino por las calles, que no miro por dónde voy… porque sé que todo está ahí, como cuando pasé la última vez… y así es como me lo pierdo todo.

Andar notando que hay muchas manos que tiran de nosotros, en distintas direcciones… que te sujetan y no te dejan escapar… que te dan un empujón y te hacen reaccionar cuando más lo necesitas… que te apartan dándote la espalda y otras que mientras empujan con la mano y una sonrisa en los labios, te ponen el pie detrás.

A veces te paras, con la tentación de no poder más… con la promesa del olvido y el descanso del que está parado, respirando y poco más… pero si una vez hubo un camino que andar… y al mirar el retrovisor de tu alma te das cuenta de que sí, de que lo hubo… no importa dónde, cuándo ni cómo, pero lo hubo… y ese camino ahora no existe porque la marcha atrás no funciona, tu embriagado escape está averiado, pero tu motor sigue intacto esperando una dirección de las infinitas posibles mientras a tu lado aparecen esas manos que una vez te ayudaron…y te empujan... hasta que vuelves a arrancar
y en ese momento la decisión es tuya, solamente tuya…
hacia dónde, cuándo, cómo y porqué andar.