Vivo en un barrio de patinetes olvidados
de coches noveles que asustados
atraviesan avenidas con sus eles colgando
de estudiantes dormidos que cruzan
valientes como zombis
los pasos de cebra mal pintados
vivo en un barrio de tráfico de rotondas
de intersección de semáforos
de calles transitadas por mascotas
de dueños que caminan a su lado
vivo en un barrio que emociona
con sus parcelas verdes y sus quioscos
con sus aceras anchas y sus árboles
con sus terrazas que indiscretas
escuchan las historias de sus comensales
que miran de reojo a su prole
y se deleitan contando banalidades
vivo en un barrio con niños en los parques
que disfrutan sin conocerse jugando
y nos enseñan que una mirada basta
si de veras quieres pasar un buen rato
vivo en un barrio de coches en doble fila
de peatones sin prisa
de ruido de obras
de claxon
de edificios con grúas demasiado altos
de fruta expuesta en la acera
de niños y de mayores
de estudiantes de alquiler
de familias ricas y pobres
de comercios abiertos
de bares de día
de restaurantes de noche.