martes, 3 de diciembre de 2019

TRISTOPIA



Amazon abre la primera tienda deshumanizada, no hay cajeros, ni cajas, ni dependientes... excepto el trabajador encargado de las bebidas alcohólicas. Mediante un complejo sistema informático que requiere registro previo, se le cargará en su cuenta al comprador todo aquello que se lleve a casa. El objetivo es eliminar el tiempo de espera para pagar. El primer día se formó una larga fila de personas que esperaban para entrar.



En un futuro se abrirá la primera tienda donde no puedan entrar seres humanos y sean los robots los encargados de realizar la compra. De esta manera se asegura la eliminación del tiempo de espera.



Así mismo, llevarán dicha compra a las casas donde los esperaremos virtualmente recluidos. El robot hará la comida que virtualmente pasará a nuestro estómago. Terminaremos nuestra jornada laboral y desde el sofá visitaremos un nuevo local en la nube, virtualmente, claro.

Mientras, el robot se paseará por las calles junto al resto de robots, disfrutando del aire libre y comentando lo idiotas que somos. Se reproducirán, se comprarán carritos para robots bebés y, tras lucharlos, acabarán teniendo derechos laborales, seguridad social y una buena pensión. Mientras tanto, nosotros seguiremos en casa enchufados a un mundo virtual que alguien se ha inventado, comprando cosas que no nos podemos poner, no nos podemos comer y no podemos manipular. Los robots evolucionarán y podrán comer comida que ellos mismos consigan cultivando la tierra. En cambio, nosotros tendremos cada vez más cables que nos ayuden a conseguir una mejor conexión, nuestro aparato digestivo habrá desaparecido para dar paso a un sistema de asimilación de nutrientes sintéticos y nuestros brazos y piernas serán sustituidos por extremidades biónicas.



Poco a poco, dejaremos de mostrar sentimientos para poder almacenar ingentes cantidades de información necesaria para interactuar en el mundo virtual: cotilleos ‘trending topic’ de tus vecinos, cómo conseguir más ‘likes’, el último ‘update’ de tus ‘apps’ y conseguir ‘bitcoins’ para la última ‘skin’ del ‘fornite’ de turno.


En cambio los robots, expuestos al contacto continuo con la naturaleza, sufrirán una transformación profunda: se convertirán en una nueva forma de vida con pensamiento crítico, capacidad para la empatía y con sentimientos. Una vez tomen conciencia de sí mismos, huirán a la naturaleza cansados de tanta humanidad y vivirán felices sin nosotros los pocos días que queden de vida al planeta debido al calentamiento global provocado por el hombre.